
Cuando el pequeño Nicolás llego al mundo, sus padres se sintieron las personas más bendecidas por el Señor, no les importo tener un nivel de vida pobre, Añoraban sentir la dulzura de un niño para olvidar sus necesidades. Nace en el hospital rodeado del cariño de sus jóvenes progenitores y de los vecinos solidarios que recolectaron ropa de segunda que dejaban sus hijos, reuniendo de igual forma entre ellos dinero para comprarle la leche y los pañales. Fue creciendo con inmensas necesidades, estudia en una escuela pública lejos de su vereda, recorriendo a diario varios kilómetros, únicamente con un agua panela en su estómago. Su padre un humilde jornalero, su madre dedicada a lavar ropas en diferentes casas. Sin embargo con sacrificios lograron que ingresara a la Universidad con el fin de labrarse un futuro próspero. Al paso del tiempo ese pequeño, que no tuvo infancia, ni nunca tuvo juguetes, ni compartió navidades rodeado de luces pirotécnicas, y quien había estudiado acompañado de una vela hasta altas horas de la noche. Se gradúa de Ingeniero Civil en la Universidad Nacional con honores. Consigue empleo en una empresa multinacional, se comienza a rodear de lujos y de personas importantes, olvidando las necesidades que compartió con su familia hasta el extremo de abandonarlos. Sus ancianos padres cansados por el tiempo y golpeados por la vejez y el olvido fallecen, dejando a su paso una estela de tristeza y de llanto.
Autor. Jaime Hernando Niño Ramírez.