domingo, 23 de agosto de 2015

Biografía del Autor






JAIME HERNANDO NIÑO RAMIREZ




Hijo único nacido en la Ciudad de Cúcuta Colombia. De un hogar formado por sus padres: Carmen Ramirez Camargo y Felix María Niño Porras.

Estudios  Universitarios en Derecho.  Su obra literaria  es inédita de corte romántico. Su forma de narrar es sencilla y espontánea, volviéndose triste  debido tal vez como única forma de cantarle al amor y al olvido. Utiliza un lenguaje propio producto de sus vivencias buscando la originalidad en sus escritos.

Escribe  sus dos primeras novelas MI AMADA IRENE y MAS ALLÁ DEL AMOR. A esta última le hizo el correspondiente libreto para televisión en donde consta de 60 capítulos y cada capítulo esta conformado entre 42 y 45 escenas.

De igual forma cuenta con varias publicaciones entre cuentos infantiles, poemas versos y historietas.

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sábado, 22 de agosto de 2015

Historias









Todo niño cuando esta pequeño sueña con imitar a su padre o a su abuelo.Pero a medida que va creciendo cambia de parecer, por cuanto frente a su imagen van apareciendo nuevos personajes que va idealizando, hasta volverlos parte de su misma historia.
             
Todo comenzó en un Diciembre de 1965, José Sebastián con 12 años recién cumplidos, miraba a través del ancho ventanal de su habitación, las luces pirotécnicas que surcaban los cielos, en esa noche de luna y de inmensos luceros, que hacían ver que la navidad empezaba.
Se sintió soñador, anhelando conocer a un Santaclaus de verdad, que estuviera ubicado dentro del cuerpo de su padre, a quien admiraba profundamente. A la noche siguiente despertó y se dirigió al comedor para desayunar en familia. En cada extremo del comedor estaban sentados sus padres. Miro de reojo a su abuela y se sentó junto a ella, sintiéndose protegido y pensó de donde había heredado ese donaire tan característico en ella, su comprensión por compartir con el sus conocimientos entre cuadernos.

Al levantar la vista, notó que el semblante de su padre iba cambiando, su nueva expresión en su mirada, sus gestos mas controlados, daba la impresión que era otra persona. Lo pensó en silencio, por cuanto su padre era de conceptos firmes, de temperamento fuerte, por cuanto había sido militar, sin embargo era noble, educado en las mejores instituciones, amante de la literatura y de las lenguas,hablaba varios idiomas, entre ellos el ingles y el francés, y en donde a altas horas de la noche, a escondidas lo escuchaba cantar y recitar en francés en voz alta, o cuando preparaba sus platos favoritos acompañado de litros de vino alrededor  de su familia.
Al mirar  a su padre, lo vio vestido de santaclaus, y no se asusto, le sonreía, alzaba sus manos, apretando su corazón de manera emocionada, sabiendo que su hijo lo estaba viendo no como su padre , sino como el santaclaus que todos llevamos dentro....Esa visión que tuvo ese año. la sintieron después los hijos de sebastián, secreto que guardaron con amor en un pequeño cofrecito. Su padre partió adelante. Sebastián sigue vivo, camina acompañado de sus nostalgias, su vejez no lo ha doblegado, a pesar de   su andar lento, siente a cada momento la presencia de su padre, vestido de Santaclus, susurrándole al oído... Hijo mio...QUIERO QUE PIENSES QUE NO TE HE ABANDONADO, LOS DICIEMBRES SERÁN ETERNAMENTE DE LOS DOS...

Fin.
Foto tomada de http://images.yodibujo.es/_uploads/_tiny_galerie/200811/papanoel-navidad8-source_v86.gif
y http://poussieredange.p.o.pic.centerblog.net/h3h17ksb.gif


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Dos alumnos de doce años, que estudian en un  colegio regido por los hermanos cristianos Lasallistas, entablan una conversación amena en los amplios jardines que rodean a la institución y en donde a pesar de las diferencias de clase que los separan son compañeros y amigos. Carlos vive en un sector exclusivo de la Ciudad, y su padre un prominente abogado. Juan vive en una barriada al sur de la Ciudad, y en donde su madre trabaja  lavando y planchando en casas de familias pudientes para que su hijo pudiera estudiar en un colegio exclusivo

JUAN: Hola amigo...Como estas?
CARLOS: Muy bien compañero y usted?
JUAN: Preocupado, No pude estudiar para la clase de matemáticas, llegué muy cansado a mi casa, los pies me dolían mucho.
CARLOS: Yo no tengo por qué preocuparme, mis padres me tienen profesores particulares, eso me hace sentir seguro.
JUAN: Que suerte la suya a mi me toca estudiar alumbrado por una vela, no hay luz en mi barriada, muchas veces me acuesto sin comer.
CARLOS: Lo siento compañero, el destino quiso que yo naciera rico y usted pobre.
JUAN: Que vamos hacer, Lo único claro que tengo es que voy a corresponder al esfuerzo de mi madre, en las noches llega agotada de tanto trabajar y me da dolor verla así
CARLOS Me siento orgulloso de que mis padres tengan dinero, me visto bien, tengo buena alimentación, y el chófer de la casa me trae al colegio.
JUAN: Lo felicito, yo seguiré con mi pobreza, el único tesoro que tengo es mi madre, lo demás no importa
CARLOS: Desayunaste Juan?
JUAN: No.
CARLOS: Tengo un trozo de pastel que me sobró ¿ Lo quieres recibir?
JUAN: De verdad no es necesario, ya me acostumbre a no desayunar.

De pronto suena el timbre llamando a clases nuevamente.

Años más tarde en un exclusivo hotel de la Ciudad, hizo su entrada JUAN ZALDIVAR ALBORNOZ, un apuesto médico neurocirujano, con el fin de dictar una serie de conferencias, a unos colegas que vienen de otras partes del país, encontrándose de manera casual, con su compañero de colegio CARLOS SARMIENTO TORREALBA y entablaron la siguiente conversación:

CARLOS: Hola Juan que gusto en volverlo a ver...Estas muy elegante?
JUAN: Hola Carlos, tanto tiempo sin vernos, que hay de su vida?
CARLOS: No se como decirle. Mi padres murieron en un accidente, las propiedades no alcanzaron para pagar  las deudas, para colme de males me dediqué a viajar y no me gradué en ninguna profesión, y usted Juan?
JUAN: Gracias a Dios y a mi Madre, me gradué de Medico neurocirujano. Eso sí,  pase por muchas necesidades, hasta el extremo de caminar largos trayectos de la Universidad a mi casa, porque no tenia para el transporte.
CARLOS: Lo felicito Juan, yo que me jactaba de mis riquezas, en donde no tuve compasión contigo, y en donde pasaba por su lado en mi carro y nunca lo invité a subir a él.
JUAN: No se preocupe seguimos siendo amigos. Mi corazón no tiene ningún resentimiento, sabe Carlos tengo  la suerte de tener todavía a esa anciana Madre, que luchó porque fuera un profesional, y en donde todas las noches arrodillada ante la imagen del Señor, pedía protección para que no me pasara nada de la Universidad a mi casa. Eso es el verdadero amor de madre.
CARLOS: Estas en lo cierto

De pronto hace su aparición el botones del exclusivo Hotel, acercándose y murmurando, Doctor ZALDIVAR, los asistentes lo esperan en el Salón Dorado.

JUAN: Que pena contigo Carlos me tengo que ir, de verdad me alegro de volverlo a ver, cualquier cosa que se le ofrezca cuente conmigo.
CARLOS: Gracias Juan eres muy noble, amigos como usted ya no se consiguen.
JUAN: Mire Carlos la verdadera amistad esta por encima de todo, hay que aprender a perdonar para poder recibir las bendiciones del todopoderoso.

Los dos amigos se abrazan, la tristeza inunda el rostro de Carlos, al ver partir a su compañero de colegio, sintiendo que ya no podrá ser el mismo de antes, porque debido a su orgullo, con su comportamiento ofendió a su mejor amigo, amparándose en apellidos y riquezas que son efímeras.
FIN

Imagen tomada de http://www.eurobridge.net/ano-academico-inglaterra.php
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El indulto


El indulto es una historieta creada por Jaime Hernando Niño Ramírez. Diseño de María José Medina Jaimes.
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Esta es la historia de un médico neuro-cirujano acusado injustamente de dejar morir a la hija de un general.

Sebastián respira profundamente al salir de la cárcel, después de haber purgado diez años de condena. Ya no es el mismo de antes, tiene sesenta años, pero a pesar de ello conserva su postura. Cuando ejerció la profesión de médico se distinguió por su elegancia, su don de gente, su trato humanitario hacia sus pacientes, solía disponer de los domingos para visitar barrios apartados dando consulta gratis, regalando remedios. Sin embargo el destino le jugó una mala jugada, estaba nuevamente en la calle, pobre sin saber donde ir. empezó a caminar, de pronto un automóvil lo levanta y cae al pavimento. Del automóvil baja una chica joven quien angustiada se le acerca y lo ayuda a levantar murmurando ¿Señor le paso algo? responde, no fue nada, unos raspones, ¿En qué lo puedo ayudar?,  lo llevo a la clínica, le doy dinero, ¿ usted dirá? lo único que necesito es techo y trabajo. No se preocupe, mi padre anda buscando un chófer de confianza. Señorita, no tengo recomendaciones, lo único que me acompaña es mi palabra. Verónica lo mira y vuelve a murmurar, me gusta su franqueza, se ve que es una persona de clase, si gusta vamos a mi casa, confió en su palabra, ya veré que le digo a mi padre.


Sebastián empezó a trabajar en su nuevo hogar ganándose el respeto. En sus ratos libres se dedicaba a cuidar los inmensos jardines de la mansión, mantenía en perfectas condiciones  los automóviles, ayudaba a decorar la mansión para las navidades. Ese 24 de Diciembre llegó la noticia del accidente de verónica, hija única del Senador Albornoz Sotomayor y de doña Susana Santamaría. Los médicos consideraron que había lesiones graves en su cerebro y era riesgoso operar. Sebastián entró en un conflicto interno, el había sido un médico reconocido en su especialidad, y quería ayudar a salvar a verónica, aquella señorita que sin conocerlo le prestó ayuda.

Decidido abordó al Senador y le dijo" Doctor Albornoz yo puedo operar a su hija, fui un médico neuro- cirujano, tengo el conocimiento para salvarla, necesito su autorización para operarla" Ante lo expuesto quedó sin habla y murmuró ¿Pero usted es mi chófer?, ¿ cierto?, aquí están mis certificaciones donde se comprueba mi idoneidad, fui suspendido por el Colegio de Médicos, y condenado por un delito que no cometí. Fui exonerado, porque se comprobó que la paciente que estaba operando se habían establecido los protocolos necesarios para que la operación fuera exitosa, sin embargo su corazón dejo de latir y tuvo un paro cardíaco fulminante.

Perplejo al escuchar la historia de Sebastián, lo abrazo y le dijo ...Por favor salve a mi hija.

A los dos meses había algarabía en la mansión, hace su entrada Verónica en la silla de ruedas conducida por su padre. En un extremo de la sala Sebastián la mira emocionado, Verónica se le acerca y él la abraza al borde de las lagrimas y le murmura al oído " MI NIÑA LA AMISTAD PARA SIEMPRE"...Si Sebastián, no voy a permitir que nos abandone, usted es mi ángel protector....Todos se abalanzan sobre él y lo abrazan...Risas...

FIN

Imagen tomada de http://www.einstein.br/einstein-saude/pagina-einstein/Paginas/como-sera-o-medico-do-futuro.aspx

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Una gran multitud se agolpaba en las afueras del Hotel California. Un acontecimiento de esa magnitud despertaba una inusitada curiosidad, había nacido al mundo de las letras un joven escritor, hijo del consagrado literato José Fernando Albarracin  Arteaga, y de la periodista Veruska Mendoza de la Hoz, quien debido a su desempeño en el periodismo le  habían otorgado varios premios, por su inteligencia, y por ser una persona controvertida que decía las verdades sin temor alguno. A pesar de los años, su belleza era serena y reposada. Esa noche era especial, el triunfo de su hijo la llenaba de orgullo, Le emociono el detalle de la dedicatoria del  primer libro a ella y a su padre ausente. Se destacaba la interminable fila de amigos y familiares esperando la firma del autor del primer libro lanzado al mercado por la casa editorial Casablanca.


Existía el motivo para presagiar un futuro brillante al joven Jose Eusebio Albarracin Mendoza. Era una noche mágica y llena de sorpresas.
Entre los asistentes su padre, quien confundido entre las gentes contemplaba en silencio la ceremonia. Había cambiado tanto que no había sido reconocido, su emoción le produjo taquicardia, y la palidez del rostro hicieron que se retirara a un lugar muy apartado del salón. En ese instante sintió tanta soledad, que asomaron a sus ojos grises lágrimas que rodaron por su rostro ya envejecido por el tiempo.


Se dirigió al parqueadero del hotel, donde lo esperaba su chofer junto al automóvil. En el trayecto con destino a su apartamento, le ordenó a su empleado dirigirse al cementerio para visitar, a su segundo padre ya fallecido Antonio Felipe, pensó que una de las mejores cosas que le pudo suceder en la vida, era haber tenido a su lado, a ese anciano humilde, sincero y bondadoso, fiel compañero.

Lentamente se fue acercando a su tumba y arrodillándose con dificultad, y con voz entrecortada musitó: Antonio Felipe, Por destinos de la vida no estuve en su sepelio, fuiste y seguirás siendo mi segundo padre. Decidí venir a contarle mis pesares. Me siento cansado y enfermo, pronto estaré contigo. Tengo una niña que son mis ojos, alegre y espontánea, después de veinte años estuve cerca de mi hijo, ese niño grande que le faltó mi cariño, haber escuchado una palabra amorosa, no sé si me perdonará algún día, pero estoy seguro de mi arrepentimiento, ya me quedan pocos años por vivir, mis tiempos de gloria ya pasaron, lo único que me queda es ver aparecer los amaneceres para poder morir tranquilo.


UN AÑO DESPUÉS


Jose Eusebio Albarracin Mendoza en el auditorio del Hotel California, se dirige a los presentes en tono nostálgico: Amigos, nadie es dueño de su vida, cada hombre es una esperanza a través del tiempo. La muerte de un ser humano hace sentir desesperanza, amargura y dolor acompañadas del silencio. Mi padre no era un hombre cualquiera, creía en el amor eterno, en la amistad sin dobleces, fue fiel a sus ironías y a sus obsesiones. Aprendió a manejar sus tristezas, a llevar la vejez con dignidad, para que no se le notaran sus años al caminar. Quizo ser libre para no tener que arrepentirse de sus errores. Hoy estoy frente a ustedes presentando lo último que escribió mi padre, en la dedicatoria me pide perdón por su abandono. Siento su presencia y su abrazo:


PADRE MIO, DONDE QUIERA QUE ESTES, PROTEGEME PARA SEGUIR SOÑANDO QUE NUNCA TE FUISTE DE MI LADO..



FIN

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José Alfredo un día decidió cambiar su forma de vida. Fue criado en la opulencia debido a que sus padres habían fallecido como consecuencia de un accidente automovilístico, heredando una inmensa fortuna conformada por fábricas textileras. Siempre estuvo rodeado de amigos que buscaban en él la protección económica. Estaba cansado de la mentira y de la farsa que lo rodeaba. Entró a su mansión a las afueras de la ciudad, se despojó de sus prendas en oro guardándolas en un sobre, empacó en varias maletas sus elegantes vestidos, dirigiéndose al correo para enviarlas a un ancianato de la ciudad. Donó su mansión con sus muebles, para que funcionara un albergue para niños de escasos recursos, contrato personal especializado para que los atendiera, convirtió en socios a los empleados de una de sus fábricas.

Se sintió libre, sin ataduras, transformó su apariencia vistiendo de manera humilde, se dejó crecer la barba, lo podía hacer porque estaba soltero a los cuarenta años. Se había distanciado de su familia, debido a la gran ambición que imperaba en ellos, quería comprobar si en esas condiciones de pobreza encontraría amigos.

Salió a la calle a buscar empleo, se acordó de Samuel, persona que él había ayudado en una crisis económica para que recuperara  su fábrica de muebles. Samuel al verlo murmuró ¿ José Alfredo qué le ha pasado?  respondió, estoy quebrado, agobiado por las deudas, enfermo, sin tener donde ir, necesito trabajo, lo he venido a visitar porque usted es mi amigo. ¿verdad que me vas ayudar?... Lo siento en este momento tengo el personal completo, veré más adelante que puedo hacer. No se preocupe tocaré otras puertas. Fue visitando a los que consideraba que eran sus amigos, sin encontrar respuesta alguna ni ayuda.

Esto en lugar de amedrantarlo lo fortaleció. Recordó que sus padres, le habían dejado también una pequeña finca con varias hectáreas en las afueras de la ciudad que él nunca visitó, porque consideraba que no valía la pena. Sin embargo se dirigió ilusionado, encontrando a su anciano tío, que lo había ayudado a formar y quien al verlo musitó:

Hijo soñé que algún día volverías, este es tu  hogar, aquí no existe vanidad. En cada rincón encontrarás el amor que dejaron sus padres. Emocionado abrazó a su tío y murmuró: Si esto es lo verdadero, el mundo que conocí esta lleno de orgullo, de maldad, de vanidad, existe el interés por el dinero. Quiero estar en este lugar rodeado de mis recuerdos.

El anciano emocionado lo atrae diciéndole al oído,  así  se habla, lo demás son pamplinadas. José Luis mira el enorme cuadro de sus padres colocado en un extremo de la sala, diciendo suavemente: Padres, su hijo ha vuelto, me acompañará los momentos que pasamos juntos, hasta que nos encontremos algún día.

Fin.

Imagen tomada de http://planosycasas.net/wp-content/uploads/2013/02/casa-chica-modelo.jpg
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Pablo Antonio está sentado en una de las mesas de la pequeña cafetería, situada en la Avenida Montalban, que esta bellamente decorada con motivos navideños, en donde se destaca el gigantesco árbol de navidad, en donde acostumbra  a ir todos los Diciembres, acompañado de su inseparable amigo su viejo saxofón. Vive solo en su pequeño aparta estudio, situado a unas pocas cuadras, debido a su viudez, y en donde sus hijos decidieron emigrar a otros países. Su soledad siempre fue  acompañada de los recuerdos que lo ayudaban  en cierto modo a vivir. Fue un consagrado músico y excelso compositor, guardaba desde hace mucho tiempo en su mesa de noche la partitura amarillenta, desquebrajada por el tiempo que le compuso a su hijo ausente que no llegó a conocer, producto de una relación que tuvo en uno de sus viajes.
Muchas veces se preguntaba qué aspecto tendría, si estaría bien, eso lo atormentaba, deseaba desde lo más profundo de su ser conocerlo antes de morir.
En las noches se arrodillaba con dificultad ante la imagen del Cristo inundado en lágrimas, implorando que le hiciera el milagro de poder tener cerca a su hijo.
Días después, como de costumbre estaba en la cafetería, eran las 11 de la noche del 24 de Diciembre de 1998. Su rostro triste,  fue cambiando al notar que un apuesto joven cuyo parecido con él era impresionante, sintiéndose desconcertado, se le acercaba mirándolo con ternura, diciéndole con emoción… padre mío soy tu hijo, te he añorado en silencio a través de la distancia, nunca me he separado de tu vida. Mi madre antes de morir me pidió que te buscara, porque nunca te dejó de amar. Sus últimas palabras  fueron…“su padre fue y será el último amor de mi vida”.


Pablo antonio conmovido se levanta y abraza a su hijo sollozando por  la inmensa alegría que lo embarga. Del abrigo saca el papel amarillento que guardó durante mucho tiempo, murmurando con nostalgia... aquí está mi alma, te prometo hijo  que me dedicaré en esta última etapa de mi vida, a que se conozca esta canción, que nos unió siempre, de pronto son rodeados por las personas que festejan la llegada de la navidad, que aplauden con vehemencia, después de haber escuchado esas sentidas palabras, de un padre que por fin encontró a su hijo, lanzando sus gorros al aire y gritando al unísono… Feliz Navidad… risas


Tomado de http://www.gifde.com/gif/otros/musica/partituras-pentagramas/partitura-pentagrama-049.gif
http://www.fondosgratis.mx/archivos/temp/15155/400_1372837699_saxofon1.jpg




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Para empezar no sé cómo escribir esta historia, de la cual hago parte, por que me invade una gran emoción recordar lo que sucedió hace varios años; eso contrae mis manos, y siento una rara sensación. Hace años en un colegio de hermanos cristianos, en el cual me desempeñe como profesor, conocí a un estudiante llamado Sebastián, de último año de bachillerato que se convirtió en mi amigo. Él pertenecía a una ilustre familia bogotana de la ciudad, que contaba entre sus bienes  innumerables hoteles en Suramérica.

Llegaba al colegio rodeado de un anillo de seguridad. Se distinguía por tratar a los demás con respeto y humildad, ganándose el cariño y aprecio de sus compañeros, él se mostraba  atento a cualquier festividad que se hiciera para recaudar fondos. Sin embargo, era un conquistador indomable, por ser físicamente bien parecido, en donde se destacaba sus ojos grises, conquistando a cuanta chica estuviera en frente de él, manejaba su Cadillac descapotado a grandes velocidades acompañado de la chica de turno. Tuve la suerte en una ocasión de ir a su mansión rodeada de inmensos pinos en las afueras de la ciudad.
 
Me abrió la puerta una hermosa morena de figura estilizada, de grandes ojos negros que trabajaba en los servicios domésticos, y que muy gentilmente me invito a seguir a la sala acompañándome, llamada María José. Después de varios años, la encontré por casualidad, llevando a su hijo de seis (6) años al colegio, producto de su relación con Sebastián, situación que generó que fuera despedida sin consideración alguna por parte de los padres del joven, al decirle que no iban aceptar tener como nieto a un niño de color.

Pasaron muchos años, y en uno de mis viajes me encontré en el aeropuerto de la ciudad de Calí, a la orgullosa madre tomada de la mano con un apuesto joven de 26 años de tez morena. Este encuentro me impacto. Nos reconocimos mutuamente, comentándome María José, que inicio una lucha para tratar de sacar adelante a su pequeño hijo, trabajando de día y de noche en servicios varios para lograr que su hijo fuera un prestigioso arquitecto  egresado de una universidad pública. Me llamo la atención su nobleza al decir que nunca le inculco ningún resentimiento hacia su padre, que por lo contrario solían muchas veces  parquear su automóvil cerca de uno de sus hoteles, para mirarlo de lejos en silencio con un nudo en sus gargantas, viéndolo caminar con dificultad producto de su edad. En su interior sentían ese amor  por él, dentro de su corazón.  No era culpable,  eran los prejuicios de sus padres que los había separado.

Días después, me entere por amigos en común, por cuanto de igual forma no perdí comunicación con Sebastián, que estaba gravemente enfermo en una lujosa clínica de la ciudad, acompañado de su única hermana por cuantos sus padres se accidentaron en una avioneta, tampoco se casó ni tuvo más hijos; situación que sirvió para solicitarle a José Sebastián como se llamaba el joven, para que me acompañara a la clínica. Se le pidió permiso al director de la clínica que nos permitiera verlo a pesar de su gravedad. Nos situamos a un lado de su cama, estaba con el rostro desencajado, su mirada perdida y triste, de repente nos miró y me dijo (con una profunda nostalgia): Jaime, este chico que lo acompaña se me parece a alguien, esos enormes ojos negros me recuerdan a un amor que no supe defender, me volví cobarde,  acepte los prejuicios de mis padres, que no quisieron que estuviera cerca de mí un hijo de piel morena, ¿acaso importa eso?, no somos todos iguales (guardo silencio y musito quedamente), el amor nunca tendrá color. José Sebastián se le acerco conmovido y tomando su mano le dijo: cuando una madre le enseña a su hijo a perdonar, lo demás no cuenta padre. Hubo un largo silencio, con voz entrecortada (dijo débilmente), es una cicatriz que llevo hace tiempo calcada en mi piel, el cielo es testigo que cuanto la ame;  ya es hora de iniciar un largo camino del cual no tendré regreso, hijo cuida a tu madre.  Fue un momento desgarrador que no sé cómo describirlo, ustedes imaginaran lo que sucedió después.


Siempre acostumbran visitarlo en el campo santo, como queriendo rescatar los momentos que no vivieron junto a él.  En ese momento recordé, unas palabras que mi madre fallecida constantemente decía: Jaime cuando fallezca que el olvido no cubra mi tumba.
Imágenes tomadas de: http://www.losmulatos.com/la-autoestima-de-la-mujer-negra-y-su-aversion-en-contra-de-la-mujer-mulata/
http://www.elespectador.com/noticias/nacional/discriminacion-laboral-articulo-460295




EL ABUELO


Uno de los momentos más gratos vividos junto a mi abuelo fue al cumplir mis quince años de edad, cuando en una fiesta sorpresa decidió festejarme mi onomástico invitando a mis mejores amigos del colegio, en medio de música rocanrolera integrándose a bailar con nosotros como un chico más. Parecía que disfrutaba intensamente de esos momentos como si quisiera detener el tiempo sintiéndose joven y alegre. Mi abuela con su característico donaire lo observaba entre seria y divertida.

 En su última navidad con nosotros nos reunió alrededor del comedor principal y con su manera solemne de hablar nos fue relatando sus comienzos al fundar sus primeras empresas, soportando envidias y resquemores de muchas gentes, pero que sin embargo logro seguir adelante pensando que la vida debía vivirse intensamente robándoles momentos de verdad, sintiendo la sensación de fortaleza. Llega a mi mente cuando sus grandes ojos grises se perdieron en un instante en la lejanía. Su rostro demacrado y fatigado por el tiempo, pero a la vez denotando una gran firmeza, que daba una apariencia de ser un hombre duro, pero detrás de esa coraza se escondió un ser vulnerable lleno de sentimientos. 
Como muy pocos hombres se distinguió por ser justo y equitativo, fue transformándose hasta lograr que su semblante volviera a rescatar su gran personalidad, donde se destacaba su nariz aguileña y cabello plateado, llegando a recuperar su gran sentido del humor. Ese día víspera de navidad nos dio un gran ejemplo, al abrazar a cada uno de sus familiares con nobleza y dulzura dadas muy pocas veces en una figura de su talante.

Sin embargo, esto debe ser motivo para que se conozca lo que dijo José Asunción Silva del ABUELO y se me ocurre viene al caso.


Ser ABUELO es sentirse como un árbol marchito que vuelve a florecer, es sentir miradas de amor de un pequeño ser para otro ya viejo, que hace mucho tiempo abandono la pretensión de volver a ser amado. Es ver otra vez su propia vida reflejada en la sonrisa, las alegrías y los juegos de un niño, o de una niña, que el abuelo siente suyos que sus propios padres. Es descubrir inesperadamente que se puede ser todavía objeto de amor. Es renacer, reflorecer súbitamente sin haberlo siquiera soñado, sin haberlo esperado. Ser abuelo es sentir lo que nuca se sintió ni jamás se imaginó: Es reverdecer en el otoño. Es florecer en el invierno. Es volver cuando se ha preparado a morir. Es sentir otra vez en el ocaso de la vida amor, como en el principio cuando se era adolecente. Es sentir la maravilla de la ternura, el alborozo del abrazo, la emoción del beso cuando esto ya no lo esperaba. El mejor regalo que se puede conceder a un ser humano. 

¡PREMIO QUE LA BIBLIA EXPRESA BELLAMENTE “QUE VEA LOS HIJOS DE TUS HIJOS”


LA DESLEALTAD


El hijo de un empresario de la construcción que había terminado los estudios universitarios de arquitectura en el exterior, decidió solicitarle a su padre que le gustaría integrar la nómina de empleados de una de sus empresas, ocupando el cargo de mensajero, con el fin de cerciorarse si existía lealtad de sus ejecutivos y jefes de departamento hacia el emporio formado por su familia, por cuando había escuchado ciertos rumores de la existencia de deslealtad por parte de algunos de ellos. Dicha propuesta fue aceptada. Oculto su verdadera identidad para poder desempeñar esa labor. Al cabo de unos meses se fue dando cuenta que existía un supuesto complot por parte de los profesionales, ya que se dedicaban a vender información reservada a la competencia, mandos medios obstaculizando los procedimientos que se señalaban para hacer entrega oportuna de las obras.


En vista de ello el Presidente de la compañía los reunió en la sala de juntas y tomo la decisión de cancelarles los respectivos contratos sin antes hacerles llegar la siguiente nota a cada uno de ellos: << Esta compañía le abrió a usted sus puertas para que crecieran profesionalmente, estuvo atenta a sus proyectos presentados y a sus sugerencias. Les cumplió en los honorarios. Siempre lo apoyo en sus momentos de tristezas y alegrías. Sin embargo, recibimos como pago su deshonestidad. Por lo tanto, quedan despedidos.>>



LA VIDA SIN PERDON NO ES VIDA

Un día cualquiera Martin Francisco se vio en la calle, había perdido a sus padres, fracasado en sus negocios de exportaciones teniendo que entregar las propiedades que le había dejado su familia para cancelarles a sus acreedores. No sabía que hacer a pesar de ser un reconocido Economista en su país, laureado en varias Universidades del exterior por sus brillantes trabajos.   Fue despedido como profesor universitario por dedicarse a la bebida. Sus amigos le cerraron las puertas, decidió deambular por la ciudad para buscar empleo en lo que fuera; de pronto vio un letrero que decía: Se busca jardinero de confianza, ubicado en el portón principal de una hermosa mansión; Toco el timbre y de inmediato salió una elegante señora, quien le musito: ¿Que se le ofrece? Al cual respondió, estoy interesado en el puesto. ¿Tiene referencias? Las conseguiré.  Antes de contratarlo quiero hacerle unas aclaraciones:

 Mi nombre es María Consuelo Arteaga, me considero una persona muy malgeniada lo cual respondió:  No se preocupe la soportare, ¿y si le alzo la voz? La acatare, ¿y si lo insulto y lo ultrajo?, agachare la cabeza. Ante las respuestas lo mira de manera extraña y vuelve a musitar suavemente. ¿Porque lo haría?  A lo cual respondió, Mi señora Jesucristo fue ultrajado, perseguido y crucificado; porque no voy a soportar una mínima parte de lo que el sufrió por nosotros, dando su vida demostrando su infinito amor por sus hijos. Al escucharlo se quedó en silencio y respondió con firmeza, queda contratado.

Martin veía que la Señora al principio lo miraba con recelo, sin embargo, siempre la trataba con respeto por ser su patrona. De igual manera a su anciana Madre Doña Lucia le dedicaba horas leyéndole poesías de Rafael Pombo, a veces le cantaba baladas y boleros debido a que contaba con una buena voz para que se durmiera. De igual forma le leía la prensa para que estuviera enterada de las ultimas noticias, la paseaba en su silla de ruedas por los inmensos y hermosos jardines donde se destacaban las orquídeas y girasoles, dándole una exquisita fragancia y un impresionante colorido a ese lugar.

 Los fines de semana le prestaba el servicio de conductor a La señora María Consuelo, esperándola en el automóvil cuando decidía salir de visita a donde sus amigas hasta altas horas de la madrugada.

 En una ocasión llego al insulto cuando no le abrió la puerta del automóvil de inmediato. Pensó que no debía responderle, debía cuidar su puesto era lo único que tenía en la vida; Su familia estaba fuera del país y en esos momentos se encontraba solo.  Una noche la anciana enferma repentinamente y fue trasladada a la clínica, había perdido mucha sangre y necesitaba transfusiones de tipo O positivo. Ofreció su brazo para donarle sangre, sin antes solicitarle a los médicos, que no le dijeran quien le había donado la sangre, por tratarse de un empleado de tan distinguida Señora.

 Al paso del tiempo en uno de sus cambios de temperamento María Consuelo lo despidió injustamente, Decidió salir en silencio por la puerta trasera para no ser visto por la servidumbre. Pensó que debía afrontar la dura vida con entereza, La dignidad era lo único que le quedaba.

Al cabo de unos días. Volvió a ver a tan ilustre Señora frente a la pequeña casa situada en un barrio humilde donde residía. Su figura esbelta donde se destacaba su porte y sus enormes ojos negros estaban inundados en lágrimas, mirándolo con arrepentimiento. Se le fue acercando a Martin Francisco y musito levemente. ¿Me puedes perdonar?  Usted salvo la vida de mi madre y lo único que hice fue despedirlo, tratándolo de la peor forma, me entere que eres un destacado profesional, lo cual no respete ni valore. Ya es hora de que recuperes el sendero del éxito, Cualquiera puede tener un tropiezo en la vida.  Mi comportamiento hacia usted fue muy injusto, lo necesitamos, mi madre está muy triste, Lo único que hizo usted fue regalarnos su dulzura, consideración y afecto; La casa sin su presencia está vacía y sin alegría.  

Impactado le agarro las manos y le contesto de una forma melancólica acompañado de un gesto de humildad y reconciliación ¿Quién soy yo para no perdonarla?  Lo importante es arrepentirse de corazón y usted mi Señora bonita lo ha hecho. Volveré…Risas…

 
 Al cabo del tiempo se casaron y formaron un verdadero hogar rodeados de una seducción y encanto, que fueron cultivando al paso del tiempo teniendo como único testigo la sonrisa de esa figura materna que los miraba con un inmenso amor.

                                                   

EL CURA REBELDE

En un pueblo cerca de la capital el recién ordenado de sacerdote Luciano Saldívar, llego para suplir la vacante del viejo párroco ya j...